José María Faerna

Fundador del grupo de Vida Ascendente, participo activamente en la Escuela de Teología y otros grupos de nuestra parroquia.

Vida Ascendente

“CUANDO UN AMIGO SE VA... Algo se muere en el alma”, como dice la canción.

José María Faerna, se nos fue al Padre, después de dejarnos un testimonio de fortaleza cristiana, en su debilidad física. De fortaleza, en su espíritu, abierto y crítico, en todos los temas que se abarcasen. Y de pionero de Vida Ascendente en nuestro barrio.

Su inquietud por los problemas de la Iglesia le llevó a interesarse primero por qué era Vida Ascendente, y a formarse más tarde, junto a René y Esperanza, nuestras primeras animadoras de Vida Ascendente en la parroquia. Enseguida consiguió formar un grupo -¡sólo de hombres!- en la parroquia de Ntra. Sra. De la Estrella, de la que fue animador durante muchos años. Cuando materialmente no pudo más, pasó, con una gran sencillez, a formar parte, como oyente, de uno de los grupos de nuestra comunidad. Estuviera dónde estuviera, siempre era una gran ayuda por su formación y su cultura.

Hasta hace poco tiempo, aún le veíamos en el extremo del tercer banco, asistir a la Eucaristía, con esa seriedad y esa profundidad que le caracterizaban. Sus hijos le traían y le recogían. Y a la salida siempre el saludo cariñoso de unos y de otros para él. La comunidad le quería, y estamos seguros de que él se sentía querido.

Como miembros de Vida Ascendentes nos sentimos orgullosos de haberle tenido entre nosotros. ¡Descansa en paz, querido José María!